Me llegó el otoño de nuevo,
llegó y tiró una a una las hojas de la ilusión.
Sentí su helado viento
rodear ni corazón
y desgarrarlo
con el frío de la desconfianza.
Empezó la llovizna de mis ojos
y la tormenta de mi mente.
Cientos de rayos cruzaron por mis manos, aquellas que cobraban vida entre las tuyas
y que hoy se quiebran por tu ausencia.
Fue tal la fuerza de tu mentira
que rompió en dos mi corazón,
fue tan grave tu silencio
que ni con mil perdones me reparas.
Fue tan dolorosa la situación
que el viento pareciera arrancar de raíz,
una a una, las flores de este amor,
haciendo volar por los aires,
los pétalos que te besaban, día y noche con tanto amor.
Es probable que no vuelva a sentir la primavera,
ni me sostengan los rayos del sol,
es probable que termine así mi vida,
sintiendo desbordarse por tu causa, mi razón.
Poetisa Rosa
