4 '¹⁵ Y pondré enemistad entre ti y la mujer...' (Gn 3:15) | Pan diario📖
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"¹⁵ Y pondré enemistad entre ti y la mujer..." (Gn 3:15)
De Adán al Diluvio
Al matar a su hermano, Caín tenía una ventaja aparente. Apartándose del Señor Dios, de Su rostro, fundó una ciudad.
"¹⁶ Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén.
¹⁷ Y conoció Caín a su mujer, la, cual concibió y dio a luz a Enoc; y, edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del, nombre de su hijo, Enoc." (Gn 4:16-17)
Habiendo creado su organización apóstata, llevó a cabo sus ideas en ella. Sus descendientes, enseñados por él, por su vida, fueron mucho más allá. Pronto vemos en medio de ellos no solo el rechazo del Salvador, sino también la poligamia y el asesinato.
"¹⁹ Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila. …
²³ Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe." (Gn 4:19,23)
Las aspiraciones de los Cainitas eran pecaminosas y viles. Su multiplicación en la tierra trajo consigo la multiplicación de sus ideas pecaminosas. El mal se multiplicó cada hora. Una vez que vivieron separados de los representantes de Dios, de los setitas, se fueron acercando lentamente y llegaron a sus viviendas. Aquí, se esforzaron mucho en seducir a los hijos de Dios (setitas)...
"² que viendo los hijos de Dios, que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas." (Gn 6:2)
Esta fue la táctica de Satanás, porque a través de estas uniones los hijos de Dios pecaron. Fue la enemistad donde Satanás y su simiente picaron a la simiente de la esposa en el talón.
No hay mucho en la Biblia que describa a estas personas, estos eventos, pero al final está escrito sobre ellos que toda la tierra se corrompió.
"⁵ Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal." (Gn 6:5)
Dios ya no podía tolerar eso. Envió la noticia del diluvio a su fiel siervo.
Continuará...
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