🔥 Burn Fat Fast. Discover How! 💪

╔═════ ▓▓ ࿇ ࿇ ▓▓ ═════╗ ¿QUÉ ESTÁ SALIENDO DE MI BOCA? Dir | ɾҽվ ժҽ ɾҽվҽՏ👑🔥

╔═════ ▓▓ ࿇ ࿇ ▓▓ ═════╗

¿QUÉ ESTÁ SALIENDO DE MI BOCA?

Diré del SEÑOR: Él es mi Dios, mi refugio, mi fuerza, y en él confiaré. - SALMO 91.2

Tenga en cuenta que el versículo 2 dice: Lo haré. Circule esa palabra en su Biblia, porque necesita aprender a verbalizar la confianza en voz alta.
Básicamente, respondemos a Dios lo que nos dijo en el versículo 1. ¡Hay poder para decirle esa palabra a Él!
No se nos enseña a pensar simplemente en la Palabra, sino a declararla.
Por ejemplo, el texto de Joel 3.10 ordena a los débiles que digan: Soy fuerte.
Repetidamente, vemos a grandes hombres de Dios, como David, Josué, Sadrac, Mesac y Abed-Nego, declarando su fe en voz alta en situaciones peligrosas. Date cuenta de lo que comienza a pasar dentro de ti
cuando dice: "¡Señor, eres mi Refugio, mi Fortaleza, mi Señor y Dios! ¡En Ti confío plenamente!" Cuanto más lo decimos en voz alta, más confiados nos volvemos acerca de Su protección.
A menudo, como cristianos, estamos de acuerdo mentalmente en que el Señor es nuestro Refugio, pero eso no es suficiente. El poder se libera cuando lo decimos en voz alta.
Cuando hablamos con convicción, nos colocamos en Su refugio. Al verbalizar Su Señoría y Su protección, entramos por la puerta que conduce al escondite.
Note que en el versículo 2 del Salmo 91, los pronombres mío y mío se repiten: Dios mío, refugio mío, fortaleza mía. El salmista lanza un clamor personal al Señor. La razón por la que confiamos es porque sabemos quién es el Altísimo para nosotros. Este verso hace una analogía de quién es Dios: Refúgio e Fortaleza. Estas metáforas
son términos militares importantes. El Señor mismo se convierte en un campo de defensa para nosotros contra todos los enemigos invasores. Él es nuestra protección personal.
¿Ha intentado protegerse de todas las cosas malas que pueden suceder? Dios sabe que no podemos hacer eso. El Salmo 60.11 dice: Danos ayuda en la angustia, porque en vano es la ayuda del hombre. El Todopoderoso debe ser nuestro Refugio antes de que las promesas del Salmo 91 comiencen a funcionar.
Podemos ir al médico una vez al mes para hacernos un examen completo o revisar nuestro auto todos los días para asegurarnos de que el motor, los neumáticos y los frenos estén funcionando bien. Podemos hacer que nuestras casas sean a prueba de fuego y almacenar alimentos para un momento de necesidad y tomar todas las precauciones imaginables que ofrecen las fuerzas armadas. Sin embargo, aun así, no pudimos hacer lo suficiente para protegernos de todos los peligros potenciales que ofrece la vida. ¡Es imposible!
No es que algunas de estas precauciones sean incorrectas, pero, en sí mismas, no tienen el poder de proteger. Dios debe ser Aquel a quien debemos correr primero. Él es quien tiene la respuesta a cualquier situación.
Cuando pienso en lo inmensamente imposible que es protegernos de todo el mal del mundo, recuerdo a las ovejas, que no tienen protección real sino su pastor. De hecho, son los únicos animales que no tienen forma de protegerse. No tienen dientes afilados ni emiten un olor fuerte para ahuyentar a sus enemigos, ni emiten un balido fuerte, como el ladrido de un perro.
Ciertamente, no pueden correr lo suficiente para escapar del peligro. Por tanto, la Biblia declara que somos las ovejas del Señor. Dios declara: "Quiero que te vean como tu fuente de protección. Yo soy tu Pastor" (Jn 10,11). Podemos usar médicos, equipo de seguridad o cuentas bancarias para satisfacer nuestras necesidades específicas, pero nuestro corazón debe correr hacia Él, primero, como nuestro Pastor y Protector. Luego, elegirá el método que quiere para protegernos.
Algunos citan el Salmo 91 como una "varita mágica", pero no tiene nada de mágico. Es poderoso y funciona, simplemente, porque es la Palabra de Dios, viva y activa. Lo confesamos en voz alta, porque eso es lo que manda la Biblia.