2021-08-29 03:51:45
*Devocional matutino *
_No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí._
Juan 14:1
El miedo puede llegar a ser real en nuestras vidas y paralizarnos.
En medio de esta situación que vivimos podemos sentir miedo. Miedo a ser contagiados de COVID. Miedo a morir por esta enfermedad. Miedo a salir a la calle. Miedo a la escasez, etc.
Cuando el miedo te atrapa, toda tu habilidad para pensar racionalmente se evapora. La vida se vuelve abrumadora y las promesas de Dios son tiradas por la ventana.
Cuando Moisés envió espías a Canaán para recolectar información para el pueblo de Israel, el miedo a los gigantes que se levantaban se hizo más visible que todas las bendiciones que Canaán tenía para ofrecerles.
A pesar de que ellos obedientemente reunieron los frutos de la tierra, su reporte se concentró en todos los obstáculos aparentemente imposibles que enfrentarían.
_“Fuimos a la tierra adonde nos enviaste; ciertamente mana leche y miel, y éste es el fruto de ella. Sólo que es fuerte el pueblo que habita en la tierra, y las ciudades, fortificadas y muy grandes; y además vimos allí a los descendientes de Anac”_ (Números 13:27-28)
Entre tanto los espías exageraban y dieron el peor reporte posible, ellos se comparaban con langostas y afirmaban que la tierra los devoraría (Números 13:32-33).
Esta exageración temerosa de los espías contagió a los israelitas quienes comenzaron a llorar y a protestar contra Moisés y Aarón, y eso los llevó incluso a decir que deseaban haber muerto en el desierto (Números 14:2-3)
Parece que Israel se olvidó de la promesa de Dios de darles la tierra de Canaán, a pesar de los obstáculos que se veían tan intimidantes. “ _Tú mismo envía hombres a fin de que reconozcan la tierra de Canaán, que voy a dar a los Israelitas”_ (Números 13:2).
Si los israelitas hubieran verdaderamente confiado en la promesa de Dios, incluso sus enemigos en Canaán no habrían sido una amenaza. Dios iba a dar a Israel la Tierra Prometida, justo como le dijo a Abraham cientos de años atrás.
Durante nuestros momentos de miedo y pánico, Dios también nos está susurrando promesas a nosotros.
Cuando el miedo empieza a acechar y todas la situaciones “qué pasaría si..” empiezan a consumir tu mente, aquí tienes siete cosas para recordar:
1. La verdad de Dios. ¿Lo que estoy pensando en verdad está sucediendo o solo es mi imaginación corriendo sin riendas?
Pablo nos recuerda meditar en todo lo digno, justo, puro, amable, honorable (Filipenses 4:8).
2. La presencia de Dios. Podemos ser consolados recordando que no estamos solos. Dios está con nosotros. (Salmo 46:1).
3. La gracia de Dios. Dios promete proveernos con su gracia toda suficiente para toda prueba que venga en nuestro camino. (2 Corintios 12:9).
4. La soberanía de Dios. Dios está en control sobre cada situación en nuestras vidas. (Daniel 4:35).
5. El oído de Dios que escucha. Derrama tu corazón a Dios en oración. (Salmo 40:1).
6. La integridad de Dios. “El día en que temo, Yo en Ti confío. En Dios, cuya palabra alabo, En Dios he confiado, no temeré. (Salmo 56:3-4)
7. El gran plan de Dios. No importa lo terrible que esta prueba parezca, Dios promete usar todo junto para nuestro bien, para los que son llamados de acuerdo a Su propósito (Romanos 8:28).
Entonces, cuando lleguen las malas noticias, prepárate para la batalla. No dejes que el enemigo use el miedo para atraparte y llevarte cautivo.
Lucha contra él con la Palabra de Dios. Ella tiene grandes promesas para nuestras vidas que no cambian porque Dios no cambia.
Bendiciones
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