30 '¹ En el principio creó Dios los cielos y la tierra.' (G | Pan diario📖
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"¹ En el principio creó Dios los cielos y la tierra." (Gn 1:1)
¡El cielo nocturno! ¡¿Qué podría ser más hermoso que eso ?!
Todo está lleno de estrellas de diferentes tamaños, grandes y pequeñas, lejanas y cercanas. Relativamente cerca, por supuesto: el Sirius más cercano está a cuatro años luz de distancia.
Hay estrellas en el cielo que son mucho más grandes que nuestro querido, suave y cálido Sol. Esto es Sirius, Arcturus, Rigel ... Y también podemos ver estrellas enormes, supergigantes a simple vista. Por ejemplo, Betelgeuse en la constelación de Orión. Esta estrella se encuentra a unos setecientos años luz de nuestro sistema solar. Su radio (¡imaginenselo!) Es de 617,1 millones de km, que es aproximadamente igual a la distancia del Sol a Júpiter. Y esta aún no es la mayor magnitud.
Al ver los innumerables (para nosotros) ejércitos de las estrellas, involuntariamente exclamas junto con el salmista David:
"Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,Y el hijo del hombre, para que lo visites?"
(Salmos 8:3-4 )
De hecho, ¿qué es un hombre? En el contexto del inmenso cielo y sus enormes estrellas, parece que si Adán y su esposa fueron inmediatamente destruidos por su crimen, como se les dijo:
“mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás."
(Génesis 2:17 )
entonces nadie se habría dado cuenta. E incluso si todo el sistema solar fuera borrado del universo, nadie prestaría atención a esto.
¡Pero el Señor Dios no pierde nada (Isaías 40:26)! Dios el Creador ama mucho a Su creación. Miró con compasión a sus hijos inexperienciados, que escucharon la voz del tentador. Sintió pena por ellos. Dios no quería que murieran para siempre.
El Hijo de Dios mismo soportó la muerte para buscar y salvar a los perdidos (Mateo 18:11).
En esto se mostró el amor de Dios hacia nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. (1 Juan 4:9 )
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; (Apocalipsis 19:7)con nuestras vidas!
Amemos a nuestro amado Señor y Salvador, como está escrito: “Si me amáis, guardad mis mandamientos."
(Juan 14:15 )
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