2021-03-12 20:58:01
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CAMINA EN INTEGRIDAD
El que anda en integridad está a salvo, pero el que pervierte sus caminos será conocido. Prov. 10: 9.
Nuestros días son de inseguridad. Hay violencia por todos lados. Sale de casa por la mañana y no está seguro de regresar por la noche. Las empresas que prestan servicios de seguridad han crecido mucho en los últimos años. ¿Quién no quiere protegerse?
En el versículo de hoy, encontramos la receta divina para caminar con seguridad. "El que anda en integridad", dice el escritor de la Biblia, "anda seguro". Integridad, en hebreo, significa completo. Si las flechas envenenadas hacen daño a todos, estarás a salvo si todo tu cuerpo está protegido en el refugio. No puedes dejar nada afuera. Ni la cabeza, ni los brazos, ni los pies. El refugio es tu seguridad.
Esta es la recomendación divina: Camina en los caminos del Señor con todo tu ser, completamente, con tu mente, con tu cuerpo y con tu alma. No se parta, no se desintegre. Esto puede resultar fatal.
La antítesis de la integridad, en opinión de Salomón, es la perversión. El diccionario define la perversión como corrupción o deterioro. Cuando una persona muere, su cuerpo se deteriora. Es un proceso lento. Segundo a segundo. Minuto por minuto. Día tras día, hasta que se pudre por completo y, con el tiempo, se convierte en polvo.
Este es el futuro para aquellos que no siguen el consejo divino con integridad. El peligro en el que estamos no es lo que los hombres puedan hacernos. No son las amenazas de la noche o el día, ni los flagelos o cataclismos de la naturaleza. El gran peligro es quedarse con un pie dentro del refugio y el otro fuera de él.
Pretender servir a dos señores es cruel. Ningún ser dividido tiene paz. Vive, pero está muerto. Desintegrando. Deterioro en un proceso lento, doloroso e irreversible.
¿Hay esperanza para aquellos que han sido heridos psicológica y emocionalmente tratando de vivir una doble vida? Ah, sí. Cuando Jesús estuvo en la tierra, encontró personas destruidas, como la mujer samaritana, María Magdalena y Zaqueo, y las reconstruyó desde adentro. Los volvió a hacer y los sanó.
Hoy, Jesús sigue dispuesto a hacer maravillas. Simplemente ve a Él y dile: “¡Aquí estoy, Señor! Toma mi vida en Tus manos ". Haz esto con todo tu corazón, porque “el que anda en integridad está a salvo, pero el que pervierte sus caminos será conocido”.
25 views PERESILA , 17:58