2021-03-09 20:21:30
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SED DE DIOS
Oh Dios, tú eres mi Dios fuerte; Te busco ansiosamente; mi alma tiene sed de ti, mi cuerpo te anhela, como tierra árida, exhausta, sin agua. Salmos 63: 1
Este salmo fue escrito por David, mientras cruzaba el desierto de Judá, perseguido por su propio hijo Absalón y traicionado por Ahitofel, uno de sus consejeros más cercanos.
El salmista estaba herido y triste. Pero en medio de la tristeza, hace una extraordinaria declaración de fe: "Oh Dios, tú eres mi Dios fuerte". La expresión “mi Dios” denota la profunda experiencia espiritual de alguien que, en un momento dado, soltó el poderoso brazo de Dios y conoció las profundidades del pecado. Pero se levantó e hizo personal su comunión con el Señor.
David no se contentaba con saber que había un Dios. Quería que este Dios fuera suyo. Spurgeon dijo: "¿Pueden los ángeles cantar una canción más dulce que esta?" Creo que no. No puede haber sentimiento más sublime que la paz que se apodera del corazón de quienes han hecho de Dios “su Dios”.
El versículo de hoy muestra cómo el salmista llegó a tener esta experiencia. "Te busco ansiosamente". En el idioma original, dice: "Te buscaré por la mañana". Así aparece en otras versiones de la Biblia. Si combinamos las dos expresiones, habremos encontrado el secreto de David: "Busca a Dios por la mañana, con ansiedad". Esto no es fácil, porque el ser humano prefiere la acción a la devoción.
Cuando sale corriendo por la mañana para hacer sus deberes diarios, sin pasar tiempo con Dios, las cosas pueden salir según lo planeado. Pero habrá un sentimiento en el rincón de tu corazón de que algo anda mal. Es el anhelo inconsciente de Dios, la necesidad instintiva del alma.
Mientras caminaba por el desierto de Judá, el salmista contempló la tierra árida, agotada y sin vida. La falta de agua hizo de ese lugar una tierra de chacales, serpientes y escorpiones; tierra de muerte, ansiosa por una gota de agua. Esa imagen deprimente impresionó su corazón, y dice: "Mi alma tiene sed de ti".
Jesús es la fuente de agua que satisface la sed del corazón. Quien beba de Él nunca más volverá a sentir el vacío del alma. Por eso, di hoy como David: “Oh Dios, tú eres mi Dios fuerte; Te busco ansiosamente; mi alma tiene sed de ti ".
234 views PERESILA , 17:21