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2021-05-02 15:36:16 ┏━━━❀ • °: ️ - ️: ° • ❀ ° ━━━┓

Expresando sentimientos

Hay una ocasión propicia para todo; Hay un momento adecuado para cada propósito bajo el cielo:o [...] un momento para llorar y un momento para reír, un momento para llorar y un momento para bailar.
Eclesiastés 3: 1,4

Algunas personas se preguntan por qué deberían compartir sus sentimientos con su cónyuge. La verdad es que si no los compartes
abiertamente, lo más probable es que sus sentimientos se manifiesten, de una forma u otra, a través de su comportamiento. Sin embargo, la persona que amas no tendrá idea de por qué te comportas de esa manera. Ahí es cuando escuchas la famosa pregunta: "¿Pasa algo?" Su cónyuge sabe que algo anda mal, pero no sabe qué.
Las emociones son una parte natural de la vida. El rey Salomón escribió en Eclesiastés que hay un tiempo para todo, incluido el gozo y la tristeza, el llanto y el banquete.
Todos los sentimientos tienen su lugar en nuestra vida y muchos de ellos dicen mucho de nosotros. La mayoría de nuestros sentimientos están relacionados con alguna experiencia que tuvimos en el pasado o algo que estamos sufriendo ahora. La próxima vez que se sienta decepcionado, pregúntese: "¿Qué causó mi decepción?" Así que trate de compartir cualquier cosa con su cónyuge.
Revelar sentimientos le permite a su cónyuge saber lo que está sucediendo dentro de usted, lo que está sintiendo y por qué. Puede decir, por ejemplo, "Estoy enojado conmigo mismo porque llegué a casa tarde anoche y nos perdimos nuestro paseo por el parque".
Anime a su cónyuge a decir: “Yo también estoy decepcionado. Tal vez podamos caminar el jueves por la noche ". Revelar tus sentimientos crea una
ambiente de intimidad y confianza.

Señor, no siempre me resulta fácil expresar emociones. Ayúdame a recordar que guardar mis sentimientos hace que mi cónyuge intente adivinar por qué estoy actuando de una manera particular.
manera. Te pido que me des el valor para contar lo que estoy sintiendo.
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2021-04-30 21:28:21 ⅅℰᏉ⌾ℂⅈ⌾ℕᗅℒ

ME DARÁ LA BIENVENIDA

Porque, en el día de la adversidad, me esconderá en su pabellón; en lo profundo de su tabernáculo, él me recibirá; me levantará sobre una roca. Sal. 27: 5.

Siempre hay un "día de adversidad" para todos. Mientras vivamos en este mundo de dolor y tristeza, tarde o temprano llegará un momento en el que, literalmente, no sabrás qué hacer ni adónde ir.
Debería haber tenido unos 25 años cuando, por primera vez, entré en un torbellino que parecía no tener salida. Cuando era niño, corrí hacia mis padres y siempre estaban dispuestos a acercarse a mí. Pero yo ya había crecido y me sentía solo nadando y nadando en un mar tormentoso, sin avanzar un solo pie. El corazón dolía terriblemente. Busqué ayuda por todas partes, pero nadie podía hacer nada por mí. Fue entonces cuando fui al templo. Me senté allí, hablando con Dios, abriéndole mi corazón, llorando a Sus pies.
No sé cuánto tiempo estuve así. Todo lo que sé es que, al anochecer, las sombras de mi vida se fueron. Una paz indescriptible inundó mi corazón. El miedo desapareció y salí con fuerzas para afrontar las dificultades que parecían destruirme.
Hoy entiendo lo que escribió David. Esa tarde, el Señor me escondió en Su pabellón, en los recovecos de Su tabernáculo, me recibió y me levantó sobre una roca donde nadie podía alcanzarme.
Hay algo indefinible en el templo. Es la presencia de Dios. El templo es más que un conglomerado de ladrillos, cemento y madera. Es el propio corazón abierto de Dios. Son sus brazos dispuestos a perdonar, abrazar y consolar. Y su propia voz silenciosa reconfortante, animadora y alentadora.
¿Puede Dios hacer lo mismo en cualquier otro lugar? Si puedes. Pero en Su templo hay algo que las palabras humanas no pueden definir. Es necesario vivir y experimentar.
Así que hoy, si está experimentando malestar en la vida, diga: “En el día de la adversidad, Él me esconderá en Su pabellón; en lo profundo de su tabernáculo, él me recibirá; me levantará sobre una roca ". Open / Comment

2021-04-30 21:26:43 ╔═════ ▓▓ ࿇ ࿇ ▓▓ ═════╗

¿DÓNDE ESTÁ MI LUGAR DE DESCANSO?

El que habita en el escondite del Altísimo, a la sombra del Omnipotente, descansará. - SALMO 91.1

Mi lugar de descanso debe estar en una maravillosa sensación de refugio y seguridad, mientras veo una gran tormenta eléctrica afuera. Se siente maravilloso y cálido saber que está siendo protegido y resguardado de la tormenta. De eso se trata el Salmo 91: ¡refugio!
Estoy seguro de que cada uno puede pensar en algo que represente seguridad para ellos.
¿Sabías que hay un lugar en Dios, secreto, para quienes buscan refugio? En este Salmo, el Todopoderoso habla de un lugar que ofrece seguridad y refugio para el cuerpo.
Habitar el refugio del Altísimo es la forma en que el Antiguo Testamento explica la fe. Es el ejemplo más intenso de la esencia pura de una relación personal. El hombre no tiene un refugio natural dentro de sí mismo. Solo, se queda sin protección contra lo que lo amenaza y corre a su propio refugio. En el versículo 1, Dios nos ofrece más que un refugio; es como si nos mostrara la alfombra de entrada de la hospitalidad y nos invitara a entrar.
Hay un lugar secreto en Sus brazos, que nos protege de las violentas tormentas del mundo en el que vivimos.
¡El lugar secreto no solo es literal, sino también condicional!
En el versículo, Dios enumera nuestra parte de la condición antes de mencionar las promesas incluidas en Su parte. Por eso nuestra parte debe ser lo primero. Para descansar a la sombra del Todopoderoso, debemos elegir vivir en el escondite del Altísimo.
La pregunta es: ¿cómo viviremos en la seguridad y el refugio del Altísimo? Esto es más que una experiencia intelectual. Es un lugar de habitación donde podemos estar protegidos físicamente si corremos hacia Él. Puedes creer fielmente en el hecho de que el Señor es tu refugio, aceptar esto mentalmente durante tu tiempo de oración, enseñar en la escuela dominical sobre este concepto e incluso tener una sensación cálida cada vez que piensas en ello, pero a menos que hagas algo al respecto - realmente te levantes y corras al refugio - nunca lo experimentarás.
Tal vez llames a este refugio un camino de amor. De hecho, el escondite es la intimidad y la familiaridad en presencia del Altísimo mismo.
Hay ocasiones en las que su lugar secreto puede tener que existir en medio de una crisis con las personas que lo rodean.
¿Dónde está tu lugar secreto? También necesitas la seguridad y el refugio de un escondite con el Altísimo.

Salmo 91.
El Escudo de Protección de Dios.
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2021-04-29 03:00:09 COMUNIDAD CRISTIANA EN TELEGRAM ESTRENA NUEVA PRESENTACIÓN

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2021-04-28 17:54:05 Open / Comment

2021-04-28 17:54:04 de un Dios Santo, tendría que sufrir El mismo esta ira y justicia divinas. Pero, muy lejos de
desanimarse, su amor crecía como las aguas de un río que saltan todo obstáculo. Como Él dice en el Salmo 40:7-8, "He aquí vengo... el hacer tú voluntad, Dios mío, me ha agradado".
8. Entonces un cuerpo le fue preparado (Heb.l0:5-7). En este cuerpo o naturaleza humana, Cristo realizaría nuestra redención. Su naturaleza humana fue llena de gracia y de amor ferviente hacia la humanidad, y así Cristo fue hecho apto para realizar el propósito de su amor eterno.
9. Está claro que el glorioso amor de Cristo no fue solamente divino sino también humano. El amor del Padre revelado en el propósito eterno de comunicar gracia y gloria a los elegidos, fue un amor divino. Pero el amor de Cristo fue también humano.
Este amor que procede de sus dos naturalezas distintas es sin embargo el amor de una sola persona, Cristo Jesús. Fue un acto inexpresable de amor cuando Cristo tomó nuestra naturaleza humana, pero fue un acto que procedió sólo de su naturaleza divina (puesto que en ese momento su naturaleza humana no existía). Su muerte en pro de nosotros fue también un acto inefable. No obstante, su muerte fue sólo un acto de la
naturaleza humana en la cual se ofreció a sí mismo y murió puesto que Dios no puede morir. Pero ambos actos de amor fueron actos de su única persona humana y divina como leemos en 1 Juan 3:16, "En esto hemos conocido su amor, en que El puso su vida por nosotros".
No debemos contentarnos con ideas vagas acerca del amor de Cristo. Les ruego que preparen sus mentes para pensar en las
cosas celestiales y meditar con seriedad en la gloria del amor de Cristo. Esto no lo podremos hacer si nuestras mentes siempre se encuentran llenas de pensamientos terrenales. A fin de tener ideas claras y distintas del amor de Cristo, pensaremos en los siguientes puntos:
1. Debemos considerar cuál amor es éste: Es el amor del Hijo de Dios quien es también el Hijo de hombre. Como El es único, también su amor es único.
2. Piense en la sabiduría, la bondad y gracia manifestadas en los actos eternos de su naturaleza divina; y en la misericordia y amor de su naturaleza humana, manifiestas en todo lo que hizo y sufrió por nosotros (vea Ef.3:19, Heb.2:14-15 y Apo.l:5).
3. ¿Merecíamos el amor de Cristo? No; merecíamos su ira, pero "en esto consiste el amor: No en que nosotros hayamos amado
a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados" (1 Jn.4:10). El amor de Cristo no se disminuyó por el hecho de que nosotros no
fuéramos dignos de ser amados.
4. ¿Qué procuró el amor divino para nosotros? Procuró nuestra salvación eterna y nuestro disfrute de Dios para siempre.
Debemos meditar en las enseñanzas de las Escrituras, las cuales contienen la dulzura del amor de Cristo. No debemos contentarnos con el hecho de tener ideas correctas en nuestras mentes acerca del amor de Cristo, sino que debemos saborear este amor en nuestros corazones (Vea Cant.2:2-5). Cristo es el alimento de nuestras almas. No hay un nutriente espiritual más alto que su amor hacia nosotros, el cual siempre deberíamos desear. Open / Comment

2021-04-28 17:54:04 "LA GLORIA DE CRISTO"
(por John Owen)

Capítulo 5
LA GLORIA DE CRISTO COMO MEDIADOR:
II.- SU AMOR
Hay muchas Escrituras que se refieren al amor de Cristo. Por ejemplo, "el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gál.2:20); "en esto hemos conocido el amor, en que El puso su vida por nosotros..." (1 Jn.3:16); "Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre" (Apo.l:5).
La parte más brillante de la gloria divina es su amor.
En el amor no hay temor, sino que todo es atractivo y consolador.
Cristo llegó a ser un mediador debido al amor del Padre quien escogió salvar a un incontable número de personas a través de la sangre derramada de Cristo y la santificación por el Espíritu (Vea 2 Tes.2:13-16; Ef.l:4-9 y 1 Pel:2). La elección revela la gloria de la naturaleza divina, la cual es amor. Porque Dios es amor, cualquier comunicación que hace a su pueblo tiene que ser en amor (1 Jn.4:8-9,16). El amor de Dios es el fundamento de nuestra redención y salvación. La elección es un acto eterno de la voluntad de Dios y por lo tanto, no puede estar basada en ninguna cosa ajena a El mismo. No había nada en los elegidos que motivara a Dios a amarlos. Nosotros no hicimos nada para persuadir a Dios a escogernos. Cualquier bondad en la criatura
es el efecto del amor de Dios (Vea Ef.l:4). El amor divino es la fuente eterna de la cual la Iglesia recibe su vida mediante Cristo.
Es por medio de muchos actos de amor que la elección es llevada a su propósito haciendo una realidad la salvación de todos aquellos que Dios escogió salvar. Fue debido a que Dios escogió salvar a un pueblo de esta raza pecaminosa, que el oficio de Cristo como mediador fue necesario. También fue debido a que el Hijo de Dios nos amaba que estuvo dispuesto a ser nuestro mediador y realizar todo el propósito del amor del Padre.
Para entender mejor el amor de Cristo por los elegidos, debemos notar los siguientes puntos:
1. El número total de los elegidos eran criaturas hechas a la imagen de Dios.
2. De esta condición, cayeron en pecado y en un estado de enemistad contra Dios. Esto trajo sobre ellos toda la miseria y tristeza que el pecado ocasiona, no sólo en esta vida sino
también en la venidera.
3. Pero a pesar de esta terrible catástrofe, existía la posibilidad de restaurar nuestra naturaleza a su estado original, a un estado de comunión con Dios.
4. Entonces, el primer acto de amor de Cristo hacia los elegidos fue de compasión y de misericordia. Una criatura hecha en la imagen de Dios pero caída en miseria y no obstante, capaz de ser restaurada, es verdaderamente un objeto de la compasión y misericordia divinas. Pero no puede haber ninguna compasión y misericordia hacia aquellos que nunca pueden ser restaurados.
Entonces, el Señor Jesucristo no tuvo compasión ni misericordia de los ángeles caídos porque su naturaleza no podía ser
restaurada (vea Heb.2:14-16).
5. El segundo acto del amor de Cristo hacia los elegidos fue el de deleitarse en ellos y en la posibilidad de su salvación. Cristo se deleitaba en hacerse responsable por la salvación de ellos y en traer la gloria a Dios por esta salvación.
6. Pero, alguien pudiera preguntar ¿Porqué Cristo, quien es bendito eternamente y suficiente en sí mismo se preocupó tanto por nuestra condición perdida y desamparada? ¿Qué fue lo que le motivó a tener compasión y misericordia de nosotros? No fue porque viera algo bueno en nosotros, sino simple y
sencillamente por el amor infinito y la bondad de su propia naturaleza (Ti.3:5).
7. Su voluntad dispuesta en ser nuestro mediador y su deleite en salvarnos no fueron disminuidos por el conocimiento de las grandes dificultades que tendría que enfrentar. La salvación de los elegidos le involucraría en grandes dificultades y pruebas.
Para la naturaleza divina no hay nada difícil ni gravoso, pero Cristo tendría que enfrentar estas dificultades en una naturaleza humana. Para salvarnos, Cristo tendría que perseverar hasta que su alma fuera entristecida hasta la muerte. Para salvarnos de la ira y la justicia Open / Comment